Los complejos Nayara Resorts, ubicados en la selva tropical de Costa Rica, han logrado una operación con emisiones netas de carbono igual a cero (Net Zero), convirtiéndose en uno de los ejemplos más relevantes de hospitalidad sostenible en América Latina. Esta transformación se manifiesta en acciones concretas de reforestación, eficiencia energética, arquitectura respetuosa con el entorno y programas sociales para las comunidades vecinas.
Antes de convertirse en un destino de lujo sustentable, el terreno donde hoy se localizan Nayara Gardens, Nayara Springs y Nayara Tented Camp era un rancho ganadero sin vegetación. Desde entonces, se han plantado cientos de árboles y especies nativas, incluyendo numerosos ejemplares de cecropia, árbol preferido por los perezosos. Como resultado, la fauna silvestre ha regresado a la zona, y hoy los huéspedes pueden observar perezosos en su hábitat natural. Además, se construyeron puentes colgantes sobre la copa de los árboles para evitar dañar el ecosistema al explorar la selva.
En el frente ambiental, Nayara ha implementado estrategias integrales de sostenibilidad. Sus edificios están diseñados para aprovechar la luz natural y la ventilación cruzada, lo que reduce la necesidad de aire acondicionado. También utilizan paneles solares, sistemas de captación de agua de lluvia, grifos de bajo consumo y plantas de tratamiento de aguas residuales. A esto se suma la eliminación total de plásticos de un solo uso y un sistema riguroso de gestión de residuos, incluyendo compostaje.
MENOR IMPACTO
Gracias a estas prácticas, Nayara calcula, reduce y compensa el 100 % de sus emisiones de carbono. Esto ha sido validado con la certificación Net Zero, además de otros reconocimientos como el galardón de Cuatro Hojas para la Sostenibilidad, otorgado por el gobierno costarricense, y la certificación internacional Green Globe.
El impacto positivo también alcanza a la comunidad. Más del 90 % del personal de Nayara proviene de la región de La Fortuna de San Carlos. Los empleados reciben transporte y servicios médicos gratuitos, y sus hijos cuentan con acceso a educación temprana financiada por la empresa. Nayara también apoya económicamente a organizaciones locales, orfanatos y proyectos educativos, al tiempo que promueve el consumo local en la decoración, alimentos y productos disponibles en sus instalaciones.
En términos arquitectónicos, los resorts fueron diseñados con materiales locales como piedra y madera, y construidos sobre plataformas elevadas para permitir el libre tránsito de fauna. Además, se evitó alterar el terreno original, y se reforestó estratégicamente para maximizar la biodiversidad.
La sostenibilidad también se proyecta en su propuesta gastronómica. Nayara trabaja con productores locales, promueve menús con bajo impacto ambiental y minimiza desperdicios mediante compostaje.
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